18 de diciembre de 2010

¿Qué es un grupo creativo?


Ricardo López Pérez

(Adaptado de su libro: Prontuario de la Creatividad, Bravo y Allende Editores, Santiago, 1998).

Las personas aisladas no existen. Los seres humanos nacen, viven, se desarrollan y mueren en medio de otros semejantes. Este es un hecho obvio y pertenece a nuestra experiencia cotidiana. La presencia de los demás en nuestra vida es constante, desde un simple apretón de manos, un elogio o una sonrisa, hasta una acalorada discusión o una declaración de amor. Podrían mencionarse miles de ejemplos capaces de servir de testimonio de esta condición. Ninguna persona es el equivalente de una isla o habita en el vacío. Por el contrario, todo ambiente humano es por definición social en la medida en que implica la coexistencia con otras personas.

Las personas forman grupos y viven en ellos. Estos son generalmente pequeños, como la familia. La sociedad reúne a muchos grupos de distintas características y todo ello plantea proyecciones y posibilidades, pero también restricciones, responsabilidades y potenciales conflictos. La vida social exige normas y valores compartidos, que en su sentido ideal están destinados a conseguir una convivencia con un mínimo de dolor y un máximo de satisfacción. Desde el punto de vista de la creatividad, los grupos permiten a las personas potenciar sus recursos y ampliar sus opciones, pero eso sólo se consigue con esfuerzo y disposición. La formación de grupos creativos es una tarea de especial dificultad. De hecho, es muy común que los mismos grupos frenen la expresión creativa, reforzando preferentemente el conformisno y la obediencia.

Por definición todo grupo podría considerarse un resultado creativo. La creatividad es siempre la unidad de lo distinto, la superación de la fragmentación y representa de alguna manera las asociaciones múltiples e inesperadas. Un grupo humano, entendido como un conjunto de individuos cuyas interacciones los hacen interdependientes en algún grado significativo, es ya una forma de unir lo diferente. Esto, sin embargo, es una versión muy abstracta. Los grupos generalmente tienden a la uniformidad, de modo que la reconocida unicidad de cada ser humano puede desvanecerse al interior de los grupos. La interpretación en el sentido de que las personas en grupo se potencian tiene buenos fundamentos, pero ello no significa que esto ocurra gratuitamente.

Hay evidencia para establecer que algunos grupos pueden ser inferiores a los individuos en su capacidad para encontrar soluciones adecuadas. Las personas en grupo se potencian, sin embargo esto no ocurre siempre ni con facilidad. Hay evidencia para establecer que algunos grupos pueden ser inferiores a los individuos en su capacidad para encontrar soluciones adecuadas. Un ejemplo de esto es la existencia de un fenómeno llamado pensamiento de grupo, tal como ha sido descrito por el psicólogo social Irving Janis. En este caso grupos compuestos por personas bien preparadas llegan a tomar decisiones inadecuadas, probablemente inferiores a las que habría tomado cada una por separado. Esto último ocurre especialmente cuando se dan condiciones como las siguientes:

  1. Una creencia indiscutida en la moralidad del grupo, que frena la reflexión sobre las consecuencias valóricas de sus decisiones.

  1. Una presión sobre cualquiera de los miembros del grupo, destinada a hacerlo desistir de sus posiciones divergentes con el pretexto de que van en contra de intereses mayores.

  1. La autocensura de aquellos que privadamente se desvían de los consensos establecidos.

  1. La ilusión de que determinados juicios efectivamente representan a la mayoría, en circunstancias de que muchos no se han pronunciado.

Con todo, es ocioso discutir sobre la superioridad del individuo o del grupo en términos globales, sin considerar variables situacionales y relativas a la tarea. El hecho es que muchos problemas desbordan las posibilidades individuales y requieren de una activa colaboración interpersonal. Lo fundamental reside en precisar las condiciones más favorables para que un grupo adquiera el rango de creativo.

Los grupos muy homogéneos y coherentes tienden a concordar en forma muy rápida, sin haber examinado con rigor todas las informaciones y datos disponibles. Por el contrario, los grupos heterogéneos en los cuales se presentan en forma persistente opiniones divergentes, alcanzan acuerdos en forma menos precipitada y sobre la base de un mejor tratamiento de la información. Por otra parte, sabemos que la presencia de puntos de vista minoritarios aumenta los conflictos, pero estimula la reflexión provocando un examen más profundo de las situaciones. Esto permite llegar a soluciones creativas que de otro modo podrían haber pasado inadvertidas. En ausencia de voces divergentes, los grupos corren el riesgo de cometer errores graves. Incluso si esas voces no alcanzan apoyo, su función es vital para impedir acuerdos prematuros.

Tratándose de cuestiones complejas el acuerdo espontáneo y amplio sólo puede ocurrir respecto de cuestiones en extremo triviales, incapaces de estimular la divergencia, o en grupos muy uniformes en los cuales muchos de sus miembros han renunciado a pensar. Un anónimo romano decía: Me estaré volviendo tonto que todos están de acuerdo conmigo. Es evidente que el conformismo, la verticalidad y la obediencia no son terreno adecuado para la creatividad, como pueden serlo la horizontalidad, la diversidad y la multiplicidad de puntos de vista.

En una perspectiva global, la siguiente es una caracterización de un grupo creativo:

1. Se compone de personas que compartiendo principios y metas comunes, son distintas y manifiestan sus diferencias.

2. Acoge, fomenta y recompensa las nuevas ideas, evaluándolas por su mérito y no de acuerdo con el estatus de sus autores.

3. Asume y enfrenta los errores y conflictos como un aspecto normal de la experiencia del grupo.

4. Promueve interacciones con un sentido lúdico, libres y gratuitas.

5. Acepta las influencias multilaterales y postula el liderazgo compartido.

6. Maneja y distribuye la información y el conocimiento en forma abierta, como un bien grupal y no individual.

7. Fomenta de modo sistemático los contactos con otras personas, grupos y organizaciones.

8. Estimula la crítica y la utiliza para hacer correcciones y superarse.

9. Acepta y anticipa los riesgos como una dimensión ineludible de su quehacer.

10. Utiliza distintos métodos para alcanzar resultados creativos.

11. Posee una metacognición profunda del proceso creativo y de los fenómenos interpersonales.

12. Intenta ser conciente de sus propios procesos y con frecuencia se detiene a reflexionar sobre lo que hace.

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