26 de diciembre de 2007

Paulo Freire en 36 citas


Este es parte de su pensamiento y su sentir:

1) No existe educación sin sociedad humana y no existe hombre fuera de ella.

2) La educación de las masas se hace absolutamente fundamental entre nosotros. Educación que, libre de alienación, sea una fuerza para el cambio y para la libertad. La opción, por lo tanto, está entre una "educación" para la "domesticación" alienada y una educación para la libertad. "Educación" para el hombre-objeto o educación para el hombre-sujeto.

3) La conciencia transitiva es, en un primer estado, preponderantemente ingenua.

4) La transitividad crítica, a la que llegaríamos con una educación dialogal y activa, orientada hacia la responsabilidad social y política, se caracteriza por la profundidad en la interpretación de los problemas.

5) La posibilidad del diálogo se suprime o disminuye intensamente y el hombre queda vencido y dominado sin saberlo, aún cuando pueda creerse libre.

6) De un modo general, los estudiantes de nuestra formación histórico-cultural han insistido directa o indirectamente en nuestra "inexperiencia democrática".

7) Las sociedades a las cuales se les niega el diálogo y la comunicación y, en su lugar, se les ofrecen "comunicados", se hacen preponderantemente "mudas".

8) El diálogo implica una mentalidad que no florece en áreas cerradas, autárquicas. Éstas, por el contrario, constituyen un clima ideal para el antidiálogo.

9) En las relaciones humanas del gran dominio, la distancia social existente no permite el diálogo, Éste, por el contrario, se da en áreas abiertas, donde el hombre desarrolla su sentido de participación en la vida común.

10) El diálogo implica la responsabilidad social y política del hombre. Implica un mínimo de conciencia transitiva, que no se desarrolla bajo las condiciones ofrecidas por el gran dominio.

11) Estábamos y estamos convencidos de que la contribución del educador brasileño a su sociedad en nacimiento, frente a los economistas, los sociólogos, como todos los especialistas que buscan mejorar sus pautas, habría de ser la de una educación crítica y criticista.

12) Una sociedad que venía y viene sufriendo alteraciones tan profundas y a veces hasta bruscas (...), necesita una reforma urgente y total en su proceso educativo (...). Necesita una educación para la decisión, para la responsabilidad social y política.

13) Frente a una sociedad dinámica en transición, no admitimos una educación que lleve al hombre a posiciones quietistas, sino aquellas que lo lleven a procurar la verdad en común, "oyendo, preguntando, investigando".

14) Sólo creemos en una educación que haga del hombre un ser cada vez más consciente de su transitividad, críticamente o cada vez más racional.

15) Es verdad que existe un saber que se ofrece al hombre experimentalmente, existencialmente; éste es el saber democrático.

16) Es necesaria una educación valiente, que discuta con el hombre común su derecho a aquella participación. (...) Educación del "yo me maravillo" y no sólo del "yo hago".

17) No hay nada que contradiga y comprometa más a la superación popular que una educación que no permita al educando experimentar el debate y el análisis de los problemas y que no le propicie condiciones de verdadera participación. Vale decir, una educación que lejos de identificarse con el nuevo clima para ayudar a lograr la democratización, intensifique nuestra experiencia democrática, alimentándola. Educación que se pierde en el estéril palabrerío, hueco y vacío.

18) Nuestra educación no es teórica porque le falta ese apego a la comprobación, a la invención, al estudio. Es verbosa, es palabrería, es "sonora, es "asistencialista", no comunica; hace comunicados, cosas bien diferentes.

19) La educación es un acto de amor, por tanto, un acto de valor. No puede temer el debate, el análisis de la realidad; no puede huir de la discusión creadora, bajo pena de ser una farsa.

20) Sentíamos la urgencia de una educación que fuese capaz de ayudar a lograr esta inserción. ¿Cómo lograr esta educación? La respuesta se halla en un método activo, dialogal; crítico y de espíritu crítico; en una modificación del programa educacional y en el uso de las técnicas tales como la reducción y codificación.

21) ¿Qué es el diálogo? Es una relación horizontal de A más B. (...) El diálogo sólo comunica. Y cuando los polos del diálogo se ligan así, con amor, esperanza y fe uno en el otro, se hacen críticos en la búsqueda de algo. Se crea, entonces, una relación de simpatía entre ambos. Sólo ahí hay comunicación.

22) El aprendizaje de la escritura y de la lectura como una llave con la que el analfabeto iniciaría su introducción en el mundo de la comunicación escrita. En suma, el hombre en el mundo y con el mundo. Como sujeto y no meramente como objeto.

23) El analfabeto aprende críticamente la necesidad de aprender a leer y a escribir, se prepara para ser el agente de ese aprendizaje. Y consigue hacerlo, en la medida que la alfabetización es más que el simple dominio psicológico y mecánico de las técnicas de escribir y leer.

24) El papel del educador es, fundamentalmente, dialogar con el analfabeto sobre situaciones concretas, ofreciéndole simplemente los instrumentos con los cuales él se alfabetiza. Por eso, la alfabetización no puede hacerse desde arriba hacia abajo, sino desde adentro hacia afuera, por el propio analfabeto, y con la simple colaboración del educador.

25) Para alfabetizar a adultos, y que no sea una alfabetización puramente mecánica y memorizada, hay que hacerlos que tomen conciencia, para que logren su alfabetización

26) Ahora nadie educa a nadie, así como tampoco nadie se educa a sí mismo, los hombres se educan en comunicación y el mundo es el mediador.

27) La educación necesita tanto de formación técnica, científica y profesional como de sueños y utopía.

28) Una educación que haga posible que el ser humano discuta con coraje sus problemas, que le avise de los peligros de sus tiempo, a fin que, siendo consciente coja empuje y virtud para luchar, y no se deja arrastrar hacia la pérdida de su propio yo.

29) Ninguno no educa, ninguno no se educa solo; los hombres se educan entre ellos mediatizados por el mundo.

30) La palabra viva es diálogo existencial. Expresa y elabora el mundo en comunicación y colaboración. El diálogo auténtico – reconocimiento del otro y reconocimiento de si en el otro – es decisión y compromiso de colaborar la construcción del mundo común.

31) La práctica de la libertad sólo encontrará la adecuada expresión en una pedagogía e que el oprimido tenga condiciones de descubrirse y conquistarse, reflexivamente, como sujeto de su propio destino histórico.

32) En la medida en que las clases populares empezaron a poder entrar en las escuelas públicas, entonces el Estado empezó a maltratar a las escuelas públicas.

33) La pelea por la escuela pública buena, la pelea por una escuela pública recuperada, por una escuela pública en cantidad y en calidad, es una pelea democrática.

34) Yo creo, estoy convencido, de que cuanto más científico -pero no cientificista- yo me hago, tanto más tengo chance de enfrentar al enemigo sea quien sea. Precisamente porque con los salarios inmorales que tenemos nos falta posibilidad de estudiar, de leer, de profundizar, por esta razón, una de las peleas de los educadores y las educadoras, uno de los objetivos es la demanda que tiene que hacer al Estado de ser permanentemente capacitados.

35) Los representantes del Estado hablan en la televisión o en discursos políticos y dicen que la educación para tal o cual gobierno es una prioridad. Es fundamental que los educadores discutan el concepto de prioridad. La prioridad que no se manifiesta económica y financieramente es una mentira ¿Cómo puede el pueblo creer en un gobierno que dice que la educación es prioritaria si las escuelas se están tumbando, cayendo?

36) Los profesores también necesitan ser reeducados para entender el fenómeno de la aprobación, qué significa aprobar, qué significa reprobar. La cuestión de la aprobación y la reprobación, a mí me parece que tiene en sí una especie de distorsión un poco malvada de la evaluación. De tal modo que, a veces, una profesora sólo se considera competente en la medida que reprueba 300% de sus alumnos. (...) Esto es una ofensa. Pasar o no pasar no es fundamental. Lo fundamental es saber, es trabajar dura y seriamente con los educandos para que ellos aprendan a aprender, y no para que ellos memoricen transmisiones mecánicas y después hagan pruebas sobre la memorización mecánica de un saber falso a partir del cual serán aprobados o reprobados. Eso ya está tan superado a nivel de comprensión científica de la evaluación del saber y lo seguimos haciendo.

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