18 de mayo de 2009

Diálogo sobre creatividad y sociedad


Domingo Bazán[1]

El siguiente diálogo se produce entre dos interlocutores ficticios: Ego y Alter. Ego es un profesor inquieto y audaz en sus planteamientos, en cambio Alter es más conservador y convergente en sus ideas:


ALTER: ¿Qué opinas de la época que nos tocó vivir?

EGO: ¿A qué te refieres?

ALTER: Bueno, hablo de las paradojas que se presentan en la vida social… Por ejemplo, el fervor por la democracia enfrentado a los atropellos a los derechos humanos. O a la riqueza de unos pocos comparada con la pobreza de muchos…

EGO: Creo que es una crisis de la modernidad que refleja el agotamiento de la epistemología que le es propia… Y en ese sentido, los “posmo” tienen razón.

ALTER: ¿Los “posmos”?

EGO: Sí, me refiero a los posmodernistas, esto es, aquellos que sufren el desencanto frente a la ciencia y la razón típica de la modernidad[2]

ALTER: Y sin eso, ¿qué queda?

EGO: Pareciera que nada más que un sentimiento de que la realidad social es sinónimo de fragmentación e incertidumbre. Pero pensar así supone la posibilidad de crear una nueva epistemología, una nueva racionalidad que unifique los saberes y certezas. Lo que quiero decir es que no estamos frente a la “nada” con posibilidades de rehacer el mundo; una perspectiva, si tú quieres, bastante más optimista…

ALTER: ¡Cómo que optimista, si se destruye la tradición de Comte, de Hegel y de tantos otros pensadores modernos…!

EGO: Debes saber que el posmodernismo absorbe al modernismo, no lo reemplaza. Por esto plantea la tarea de superar la incertidumbre y la fragmentación que lo social supone. Eso es lo que llaman un “nihilismo positivo”.

ALTER: Bien, eso me queda claro. Pero, ¿quién debe llevar a cabo la tarea de hacer una nueva epistemología?

EGO: Yo creo que todos los intelectuales y profesionales. Sin embargo, visualizo una mayor responsabilidad entre los educadores. Si tú piensas, es probable que la escuela continúe formando a los jóvenes en la vieja epistemología… es decir, las nuevas generaciones se preparan para una sociedad moderna que, si bien no llegó a existir en Latinoamérica, o bien se superó por la llegada de la posmodernidad…

ALTER: ¿Y tú crees que los jóvenes sienten ese desencanto posmodernista?

EGO: No lo sé. Pero sí sé que lo viven. ¿Escuchaste hablar de la “generación tocaya”?[3]

ALTER: No…

EGO: Es un concepto que hace referencia a la heterogeneidad con que los jóvenes pasan al interior del sistema escolar chileno. En donde, según el tipo de colegio, comparten sólo algunas características mínimas como el ser machistas y el grado de desestructuración familiar. El resto son exactamente distancias y diferencias.

ALTER: Sigo pensando que esta perspectiva no es tan optimista como tú la describes. Dime ¿cómo podría el sistema escolar chileno enfrentar los desafíos de la posmodernidad?

EGO: Bueno, en mi opinión esto pasa por llevar a cabo un cambio cualitativo en la educación que considere como elemento clave, aunque no suficiente, una nítida opción por la creatividad.

ALTER: ¿A qué llamas un cambio cualitativo?

EGO: A lo que Hernando Silva reconoce como una ruptura con el estado social[4], es decir, un cambio que se hace recomendable en la medida que el orden social promueve el individualismo, el autoritarismo, la competencia y el conformismo como creo yo que ocurre en Chile. Cuando esto sucede, no basta un cambio cuantitativo que signifique ampliar la cobertura educacional y perfeccionar los sistemas de enseñanza[5], sino que, ante todo, exige una organización escolar que opte y viva un estilo solidario, crítico y democrático…

ALTER: ¡Un momento! Estamos hablando de posmodernidad y de la necesidad de cambiar cualitativamente el sistema escolar. Pero ¿cómo es que la creatividad es aquí requerida?

EGO: ¡Es claro! Si tú reconoces que la realidad social se percibe como multifragmentada e impredecible, es legítima la intuición de que la creatividad es el “remedio” que se necesita. Yo lo imagino como el “adhesivo racional”, una especie de “stic-fix” que permite superar la fragmentación posmoderna y que da una base sólida para una epistemología de fin de siglo. En efecto, cuando te enfrentas a dualidades como el positivismo versus lo fenomenológico, sólo una perspectiva creativa te permite superar esas forzadas dicotomías. Igual sucede con dicotomías como expresión sexual y condenación del cuerpo o progreso tecnológico y deterioro del medio ambiente. Si te fijas bien, la creatividad humana, con sus notas de conectividad, originalidad y valor, es una herramienta imprescindible en el desarrollo de los pueblos.

ALTER: Parece coherente… ¿pero no es acaso una “quijotada” más de los profesores?

EGO: En principio sí, pero si se logra convencer a los actores de las otras áreas de la actividad social chilena, estaríamos más cerca de fundar esta nueva epistemología… recuerda que la creatividad no es una capacidad privativa de unos pocos.

ALTER: ¿En quiénes estás pensando?

EGO: En los políticos, los economistas, los sociólogos y pensadores, en general. De hecho, algunos ya lo tienen claro.

ALTER: Dime, ¿cómo se debe entender la creatividad para que genere un amplio interés?

EGO: Vamos de a poco. En principio debo recordarte un estudio empírico que se realizó en Chile a comienzos de los noventa[6], apuntaba al tema de las características de la persona creativa. Los autores dudaron del perfil creativo que la literatura propone y buscaron correlatos empíricos con un conjunto de variables seleccionadas. Se trabajó con estudiantes de educación superior. De allí rescato, para responder a tu pregunta, que los sujetos, en general, presentan bajos niveles de creatividad lo que estaría sugiriendo que el sistema escolar no satisface esta necesidad de formación. Además, y esto es lo más relevante, los sujetos más creativos lo son en función de variables psicosociales dependientes del medio familiar, escolar y societal que les tocó vivir. Lo que quiero enfatizar es que dicho estudio prueba que la percepción social del actor y la presencia de un clima democratizador y estimulante son condiciones incuestionables y mínimas de la creatividad.

ALTER: ¿Por sobre aspectos puramente psíquicos?

EGO: Así parece. Lo cierto es que el tema de la creatividad obliga a pensar en una naturaleza e importancia de orden macrosocial.

ALTER: ¿Podrías aclarar más el punto?...

EGO: Claro. Se trata de asumir una perspectiva más holística, que lleve a interesar a políticos y economistas, entre otros… y…

ALTER: ¡Espera un poco! La creatividad es la capacidad mental y, por cierto, adquirible, pero ¿cómo la tornas macrosocial en tu análisis?

EGO: Yo no descarto lo que tú sostienes. Pero planteo algo diferente. Pareciera que la creatividad ha sido asumida, en el grueso de los estudios, como una variable dependiente, esto es, como el efecto de o como el resultado de muchos factores precedentes. Todo esto es correcto, más olvida el carácter de “reversabilidad” de lo social[7]. De modo que una variable dependiente, en una relación dada, puede actuar como variable independiente en la misma relación. Esto no es común en el ámbito de las ciencias naturales, por cierto.

ALTER: ¿Quieres decir que la creatividad debe entenderse como la causa de otros fenómenos sociales?

EGO: En rigor, si no la causa, al menos como un factor interviniente en la génesis de múltiples fenómenos de orden social. Lo importante es que estamos resignificando el uso tradicional de este concepto.

ALTER: ¿Y cómo es que este “giro metodológico” facilita su aceptación en el contexto social?

EGO: Recuerda que se busca una nueva epistemología que signifique aglutinar el interés de los diferentes actores de la realidad social, para finalmente superar la fragmentación e incertidumbre de esta época. Tomemos el ámbito político. ¿Qué certidumbres se nos plantean?...

ALTER: Bueno… yo diría que Latinoamérica vive una incipiente democratización, lo que se ha traducido en una incertidumbre con respecto al futuro de las democracias en este continente[8]

EGO: ¡Correcto! Es fácil aceptar que en el tema político se da la fragmentación y la incertidumbre que contábamos. Aquí surgen interrogantes que requieren respuestas urgentes y sólidas, pero principalmente llenas de sentido creativo. En Chile, estamos iniciando una nueva etapa de democracia, muchos no conocieron la anterior. Hablo de jóvenes y niños que debemos formar para que aprecien y conserven la democracia. En mi opinión, la continuidad de nuestra democracia depende, entre otros factores, de la forma en que preparemos en la creatividad a las nuevas generaciones. En conjunto debemos ser capaces de responder a interrogantes tales como: ¿qué democracia queremos?; ¿cómo hacer política?; ¿cómo evitar la aparición de nuevos regímenes autoritarios?; ¿cómo integrarnos en la paz y el orden social?; ¿cómo integrarnos con nuestros vecinos?; ¿cómo superar la heterogeneidad de perspectivas ideológicas que suelen abrumar y desencantar a los ciudadanos?... Recuerda que unidad y uniformidad no son sinónimos[9]

ALTER: ¿No crees que le das demasiada importancia a la creatividad en esto?...

EGO: No, creo exactamente que una nueva forma de conocer el mundo (y sus interrogantes) debe ir asociada con una perspectiva creativa. Dicho de otro modo, la ausencia de creatividad nos pone en riesgo de desviarnos de nuestras tareas de redemocratización de América Latina. Yo diría que esto incluye también la política internacional.

ALTER: ¿En qué piensas?

EGO: Pienso en la caída del muro de Berlín, en las ideas de Fukuyama y en las opciones que se nos presentan[10]

ALTER: He leído a Fukuyama y concuerdo con él en que ha muerto el comunismo…

EGO: No sé si ha muerto el comunismo, pero si sé que eso no legitima una imposición del capitalismo como única alternativa…

ALTER: ¿Cómo que no?, sin comunismo el único modelo político económico que queda es el capitalismo…

EGO: Ahí está el error. El mundo no es tan simple como para reducirlo a una dicotomía: blanco o negro, amigos o enemigos… Debe haber más. Y ese “más” lo lograremos con un esfuerzo profundamente creativo. Por lo demás, Chile necesita plantearse sus propias metas, no las de otros continentes. Quiero decirte con esto que es posible crear para nosotros un propio quehacer económico que respete nuestra historia y nuestros anhelos. Igual cosa sucede con el tema del subdesarrollo… ¿por qué debemos aspirar al desarrollo que tienen Estados Unidos o Francia?, ¿no es acaso un concepto de desarrollo impuesto desde afuera?

ALTER: Mmmmhhh… nunca lo había pensado así… sin embargo, concuerdo contigo en que la creatividad viene siendo la base estructural que posibilita la convivencia democrática y que nos permite avanzar entre la incertidumbre y la fragmentación de esta época…

EGO: Yo diría más que una base estructural, ella es una función social que satisface una gran necesidad en América Latina. Por esto es que debe institucionalizarse, es decir, debe ser asumida en forma intencional y planificada por las autoridades del país. La idea es superar el mero discurso oficial…

ALTER: ¿Te das cuenta que eso supone insertarla en la cultura?

EGO: ¡Exacto!, yo creo que ya está ahí, aunque debilitada o latente. Con todo, esa es una tarea difícil en cuanto, como te dije, el estado social parece rechazar respuestas no-convencionales[11]

ALTER: ¿Cómo planteas la relación entre la cultura y la creatividad?

EGO: Aunque es una relación altamente compleja, considero que la creatividad hace posible una identidad cultural y un dinamismo revitalizador de lo nuestro…

ALTER: ¿Puedes darme un ejemplo?

EGO: Bueno, como tú debes saber la identidad es una respuesta a la pregunta: ¿quién soy yo?[12]. Esas respuestas se internalizan y legitiman en cada grupo, subcultura o cultura. En Latinoamérica, justo cando se cumplen más de 510 años de la llegada de los españoles, aún no tenemos una respuesta propia. Es más, yo diría que nuestra respuesta no nos satisface puesto que ha dependido de sobremanera de una respuesta exógena, o sea, existe una dependencia cultural muy ligada a lo económico. Viene siendo una identidad asfixiada que obliga a repensar lo nuestro en forma libre y creativa, combinando intelectualidad con emocionalidad, teoría con práctica. En otras palabras, quiero decirte que nuestra cultura se ha visto altamente sesgada por un xenocentrismo que permeabiliza nuestras valoraciones y significados, configurando un ethos que requiere ser dinamizado…

ALTER: Dejadme ver si entiendo, insinúas que la creatividad puede actuar como una herramienta que dinamiza la moralidad y el ethos de los pueblos, reestructurando sus normas y creencias…

EGO: Incluso, agregaría que correlaciona inversamente en la estructura jerárquica de los valores de un pueblo, en el sentido de que hace posible el cambio cultural. Algunos científicos sociales lo plantearían en términos de que potencia el paso de valores sustituyentes a valores dominantes y viceversa[13]. Así, la creatividad hace factible el enfrentar el rasgo de mutable de lo cultural.

ALTER: Siguiendo esa lógica, ¿es posible afirmar que la creatividad volvería a nuestros pueblos en etnocentristas?

EGO: Potencialmente, sí, pero aclarando que un excesivo etnocentrismo es tan perjudicial como cualquier xenocentrismo[14]. Esto es importante porque se ha dado el caso de que nuestro quehacer gira en torno a significaciones que sencillamente no nos pertenecen. Te contaré un caso: los psicólogos y psicopedagogos se esfuerzan por declarar que los jóvenes no alcanzan el pensamiento formal que Piaget ha descrito, siendo éste un “modo de conocer” netamente occidental (basado en el método científico positivista)[15]. Ello nos obliga a elaborar nuestro propio concepto de adquisición del pensamiento formal… ni hablar de las generosas significaciones que nos ofrecen las cadenas internacionales de TV.

ALTER: Algo similar debe ocurrir en materia netamente económica…

EGO: Bueno, ya te adelanté algo con respecto al concepto de desarrollo y a la búsqueda de un estilo propio para América Latina. Ahora los economistas empiezan a comprender que la creatividad es la fuerza que posibilita una transformación productiva con equidad[16], tanto en el acceso, difusión o innovación tecnológica que la economía actual requiere, como en la administración eficiente de empresas o en el aporte de cada trabajador en la gestión empresarial. En todas estas situaciones se exige flexibilidad y apertura al cambio[17]. Es evidente que un potencial creativo daría más posibilidades económicas a los trabajadores y terminaría por generar un nuevo estilo de organización laboral-empresarial, bastante más cercano a una economía de la solidaridad.

ALTER: Por lo visto, los desafíos son grandes, tanto en lo político y económico como en lo sociocultural… ¿cuáles son entonces las respuestas que el sistema educacional debe dar?...

EGO: No sé, en eso he estado pensando en este último tiempo. Creo que no importan tanto las respuestas, interesada más que nada que sea capaz de hacerse preguntas… Nuestro sistema educacional debe recuperar esa capacidad de preguntarse a sí mismo, abierta, libre y desprejuiciadamente… el tema de la creatividad es clave, aquí lo hemos explicitado, por ende las respuestas son prácticamente obvias[18]. No así las preguntas. Si tú te fijas, cuando se obvian las preguntas es porque el tema realmente no interesa…

ALTER: ¿Y cuál sería para ti la pregunta?

EGO: ¿Y qué importa lo que yo pienso?

ALTER: Bueno, considera que llevo casi una hora escuchando tus ideas. Además el tema me interesa…

EGO: Dime tú cuál es la pregunta…

ALTER: Eh, eh, eh… ¿cómo estimular la creatividad?

EGO: Eso ya lo sabemos… basta con examinar cualquier manual sobre el tema.

ALTER: Entonces, ¿cómo se define la creatividad?

EGO: No, eso está bastante claro… además no le interesa a todo el mundo.

ALTER: ¿Cómo medirla?...

EGO: Tampoco, creo que se está avanzando adecuadamente en esa línea. Estás tratando de adivinar más que de reflexionar…

ALTER: Tienes razón... no sé cuál puede ser esa pregunta... ¿existe?

EGO: Claro, en mi opinión creo que se trata de cualquier pregunta que traduzca un real interés sobre el tema y que apunte al cómo institucionalizar la función social de la creatividad en Chile. Al decir esto pienso en el conjunto de los actores, pero principalmente en las autoridades educacionales y políticas.

ALTER: De todos modos, la respuesta a esa pregunta no es fácil... Bien, hasta el próximo lunes... Chao “posmo”[19]...

EGO: Chao, Alter...

[1] En: Bazán, D.; Larraín, R.; González, L. (2004). Sociedad y Transformación. Ideas para problematizar la creatividad en perspectiva social. Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Santiago de Chile, 2004.

[2] Véase: (a) Larraín, R. (1991). “De Cómo la Posmodernidad Impacta a la Ciencia (y la Religión)”. En Revista de Estudios Sociales, CPU, Nº 68 y (b) Lyotard, J.F. (1987): La Posmodernidad (explicada a los niños). Gedisa, Barcelona.

[3] Tal concepto lo acuñó Domingo Bazán al interior del equipo ASOPE que dirigió pro largo tiempo el académico Sergio Arzola, Facultad de Educación, Pontificia Universidad Católica. Mayores detalles en Etchegaray, F. (1991). “Los Jóvenes, su Percepción y Situación en la Educación Media”, en CPU: La Juventud y la Enseñanza Media: una Crisis por Resolver. CPU, Santiago. La idea de heterogeneidad sugerida en el concepto de “generación tocaya” aparece en PIIE (1991). Expresiones de Violencia Juvenil: un Desafío para la Educación y la Democracia. Documento de Trabajo, Santiago.

[4] Cfr. Silva, H. (1976). Educación para el Cambio. Ediciones Paulinas, Santiago.

[5] Ver Cariola, L. (1991). La Educación Secundaria en Proceso de Masificación, un Desafío para la Región. CIDE, Documento de discusión. Aquí se analiza en detalle el proceso de masificación escolar y la mirada hacia la calidad de la educación.

[6] Cfr. Bazán, D. (1991). “Hacia un Perfil Empírico de la Persona Creativa en Estudiantes de Pedagogía”. Revista de Estudios Sociales. CPU, Nº 70. este artículo sintetiza un estudio empírico sobre la creatividad. Originalmente en la investigación colaboró el profesor Carlos Godoy H.

[7] Cfr. Sierra, R. (1984). Ciencias Sociales; Epistemología, Lógica y Metodología. Paraninfo, Madrid, p. 88.

[8] Esta “incertidumbre” y las siguientes, en el plano político, han sido tomadas de la Revista COPPAL. Cfr. Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina (1991). Revista COPPAL. Año 1, Nº 3 y Nos. 4, 5 y 6 de 1991, México.

[9] Cfr. Tironi, R. (1990). Autoritarismo, Modernización y Marginalidad. Ediciones SUR, Santiago. El autor desarrolla el tema de la desintegración social en el contexto chileno.

[10] Cfr. Fukuyama, F. (1990). “El Fin de la Historia”. Revista de Estudios Públicos. CPU, Nº 37.

[11] Sobre el tema véase Brunner, J.J. (1984). Cultura Autoritaria y Cultura Escolar. FLACSO, Documento de trabajo Nº 209.

[12] Cfr. Gissi, J. (1989). Identidad Latinoamericana: Psicología y Sociedad. Psicoamérica Ediciones, Santiago, p. 51.

[13] Cfr. Rocher, G. (1973). Introducción a la Sociología General. Editorial Herder, Barcelona, p. 75.

[14] Un análisis más rico del tema es posible encontrarlo en: Harris, M. (1983). Antropología Cultural. Alianza Editorial, Madrid.

[15] Cfr. Carretero, M. (1981). “La Teoría de Piaget y la Psicología Transcultural: la Búsqueda de los Universales Cognitivos”. En: Monografías de Infancia y Aprendizaje, Nº 2, Madrid, p. 192-3.

[16] Cfr. CEPA-UNESCO (1992). Educación y Conocimiento: Eje de la Transformación Productiva con Equidad. Santiago. CEPAL-UNESCO.

[17] Ideas del mismo tenor se explicitan en diversos ensayos. Cfr. CPU (1988). Los Requerimientos del Futuro y el Futuro de la Educación. CPU, Santiago.

[18] Ego se refiere inequívocamente a cualquier acto intelectual y sistemático que realce y estimule la creatividad, desde la base de la pirámide hasta la cúspide y viceversa.

[19] Alter representa aquí la inevitable opinión de la comunidad resignada y pasiva.